Cuando somos niñas soñamos con tener ese cuento de hadas que tantas veces nuestras madres nos lee a la luz de una pequeña lámpara en nuestra cama.
Esperamos ese beso de un príncipe azul que nunca llega y mientras tanto pensamos que todos los demás son simples sapos para llegar a nuestro verdadero amor.
Queremos un beso de amor que nazca de lo más profundo de la persona que tenemos a nuestro lado.
Sólo lo queremos a él.
Su corazón, su alma, su amor. Y mientras tenemos nuestras pequeñas fantasías pensamos que en realidad nunca nos han besado.
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