7 de agosto de 2010

7.08.10

Iria miro a su alrededor, estaban solos en la habitación.
No podía seguir disimulando, tenía que decirle lo que sentía.
Tenía que decirle que le quería y que necesitaba besarle, abrazarle, sentir su cuerpo.
Todo era sencillo mientras buscaba las palabras correctas para decirle pero en cuento intentaba algo se quedaba en blanco y todo lo que conseguía era tartamudear unas palabras que ni ella misma entendía.
Alberto se reía en esos momentos, le mostraba su preciosa sonrisa y después le daba un pequeño abrazo.
Sabía que no tenía más tiempo que si lo dejaba para más adelante igual todo estaba perdido pero sentía miedo.
Miedo al rechazo, a que nada volviera a ser como antes a que él no sintiera lo mismo.
Lo miro durante unos segundos intentado transmitirle con la mirada todo aquello que sentía por si él se daba cuenta y actuaba.
Pero sabía que eso no ocurriría, así que actuó sin pensar en las consecuencias. Sin pensar en nada más que sus sentimientos.
Le besó.

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