Tras varios días de espera por fin llego la noche.
Ella la esperaba nerviosa.
El destino había unido dos caminos.
Tras una velada de besos, caricias, abrazas y palabras susurradas al oído; las distancia los separo.
Ahora sólo queda la esperanza de que vuelva su sonrisa en una noche estrellada.
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