Darkness (capi I)

No sé muy bien cómo pero termine sola en medio de una fiesta en la que ni siquiera estaba invitada. No sabía dónde estaban los demás. Mire a mi alrededor y sólo encontré rostros desconocidos. La verdad no puedo decir que tuviera miedo aunque empezaba a notar una sensación que no me gustaba nada. Algo en mi interior me decía que corriera, que saliera huyendo de allí.
En mi cabeza sólo había una idea que rondaba una y otra vez, las historias que últimamente los periódicos no dejaban de redactar. Amigos que habían salido de marcha y se habían separado , después uno había desaparecido y al día siguiente lo encontraba la policia muerto en un callejón oscuro.
La prensa decía que era obra de un psicópata. No era cierto. Nosotros sabíamos quién era él culpable y esa noche supuestamente ibamos a poner fin.
Sabía que la suerte me acompañaba, me encontraba en una discoteca llena de gente y ahí podía pasar desapercibida mientras buscaba alguno de los míos. Lo importante era no quedarme nunca a solas con desconocidos. Cualquiera podría ser él.
De repente noté una mirada en mi nuca, me volví rápidamente y lo vi.
Ahí estaba . Sus ojos negros me miraban, sabía que estaba intentado mirar en mi interior. Saber si le tenía miedo, pero no era mi caso.
Le devolví la mirada desafiante y le dedique una de mis mejores sonrisas sarcásticas.
Creo que se sorprendió y eso hizo que se fijará más en mi.
Empezó a andar hacia mi, sabía que estaba en apuros. Su pelo ondeaba mientras caminaba a paso firme. Tenía un andar que desencajaba en ese entorno. Era elgante.
No me di la vuelta, espere.
- Eres valiente, cualquier otro habría salido huyendo.
Su voz era misteriosamente atractiva.
- Dime una cosa, ¿por qué iba a tener miedo de un chico guapo?
- Tu piropo me halaga pero los dos sabemos que no soy sólo un chico guapo. Sabes lo que soy, me has mirado fijamente y después has sonreído. No has dudado en retarme. Querías que me acercará a ti, lo sé. También sé que esto será una emboscada pero no me importa.
- Y eso, ¿por qué?- Estaba confundida, aún no había intentado llevarme a otro lugar- Acaso te resulto tan atractiva que no puedes deshacerte de mi como has hecho con el resto.
Él sonrió, acaricio levemente mi pelo y después descendió por mis mejillas. Acerco mi cara a la suya, estábamos tan cerca el uno del otro que podía sentir su respiración entrecortada.
- Nunca te haría daño. No creo que lo entiendas y ahora no tengo tiempo de explicártelo. Buscame.
Y entonces sus labios se rozaron con los míos, mi cuerpo se estremeció y recordó un sentimiento que creía totalmente olvidado. Acaso era él el chico de mis recuerdos. Eso era una pregunta que no tenía respuesta, al menos de momento.
Nos dimos un beso apasionado.
Nos separamos y antes de que pudiera decir nada, desapareció.